miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Oxímoron de una “Oposición Exitosa”

Hace no mucho tiempo noté que comenzó a desempolvarse una palabra casi en desuso, oxímoron, que significa básicamente contradictorio o negador de sus propios términos. Una frase que se contradice o niega a sí misma es un oxímoron. Por ejemplo, “blancura retinta”, “Fresca calidez”, “seca humedad”, “norte sureño” y así.

Para aproximarnos al concepto de oxímoron con un ejemplo de la vida real, resulta imposible (p.e.) concebir una victoria en Afganistan. No porque a los mascachicles les falten bombas o mercenarios para disponer en el terreno, sino porque para “vencer” debe inexorablemente existir un “vencido”, es decir, alguien que detenta un poder que le es arrebatado por los “vencedores”. Y ésta situación no se da. Si un boxeador sube al ring y su adversario está muerto en el medio del cuadrilátero, difícilmente pueda declararselo “vencedor”, por más que muela a patadas al muerto.

En la arena local, el editorialismo de la corpo se desgañita zamarreando a la oposición partidaria por no unirse, por no encontrar una estrategia exitosa para entrarle al kirchnerismo. Para que dejen de desesperarse por la cuadratura del círculo, estaría bueno que advirtieran que se encuentran ante un oxímoron: No se puede ser opositor (al kirchnerismo) y simultáneamente ser exitoso ¿Porqué? Porque para ser opositor, debería bregar por la liberación de Videla y sus secuaces, proponerle al pueblo la vuelta al FMI, abogar por la eliminación de la AUH, retomar las “relaciones carnales”, dejar de pagar las 2,5 millones de jubilaciones otorgadas a quienes carecen de aportes completos, volver a deber 70 mil millones de dólares adicionales de deuda externa, volver a deshacerse de YPF, etc.

Si con semejante “propuesta” logran convencer a la mayoría del electorado y ganar elecciones, es porque volvimos a los ‘90. Y Bernie ha muerto, aunque intenten revivirlo con Larrata.

Ése es el motivo basal por el que no pueden vencer, y en éso consiste la estrategia central del kirchnerismo: Arrinconarlos políticamente de modo tal que, para encarnarse como “opositor”, deban defender lo indefendible. Y con los resultados electorales que ya conocemos.

(Publicado también en "Artepolitica")