viernes, 23 de julio de 2010

Los riesgos de una oposición irresponsable

Por Juan Manuel Abal Medina*

El politólogo italiano Giovanni Sartori analizó en sus libros el comportamiento habitual de los partidos políticos que saben que nunca llegarán al poder. Según Sartori, sus nulas chances de acceder al gobierno conducen a estos partidos a lo que él llama la “sobreoferta electoral”, es decir, a la multiplicación de promesas grandilocuentes que, de cualquier modo, nunca se verán en la tarea de llevar a la realidad. Estas “oposiciones irresponsables”, como también las llama, no se preocupan por desarrollar programas coherentes ni aplicables; a diferencia de quienes deben conciliar sus palabras con la gestión de gobierno, estas oposiciones pueden prometer alegremente el paraíso terrenal porque nunca deberán rendir cuentas de sus discursos.

El debate del 82 por ciento móvil en el sistema jubilatorio argentino posee características similares a las que describió Sartori. Distintos conglomerados opositores se pelean por ver quién formula las promesas más generosas, sin demasiada preocupación por cómo financiarlas de forma sostenible. Pero lo curioso del caso en cuestión es que muchos de estos opositores no sólo tienen expectativas de llegar algún día al gobierno, sino que ya han ocupado ese rol y nunca intentaron implementar semejantes promesas. Cuando Sartori pensaba en opositores “irresponsables”, se refería a los partidos que nunca habían gobernado y que no planeaban hacerlo; en la Argentina, los opositores irresponsables ya han estado en el gobierno, y eso vuelve aún más llamativas sus promesas: ¿por qué no hicieron nada por aplicarlas cuando tuvieron la posibilidad? Parece que nuestros opositores quieren contribuir al desarrollo de la ciencia política mundial. Son un novedoso objeto de estudio, que ni pensadores de la talla de Sartori habrían podido imaginar.

El monto que implicaría establecer jubilaciones que equivalgan al 82 por ciento móvil del salario significaría debilitar fuertemente las cuentas del Estado argentino, socavando el equilibrio fiscal que nuestro país ha conseguido en estos años. Implicaría volver a las épocas del déficit fiscal y del endeudamiento, que luego concluyeron en default y grave crisis económica y social. Los argentinos conocemos ese modelo y no queremos repetirlo, porque conocemos sus consecuencias.

De todas maneras, es genuino e imprescindible discutir los modos para seguir mejorando la situación de los jubilados. Pero hay que hacerlo con honestidad, reconociendo todo lo que se ha hecho en los últimos años. Con los 17 aumentos otorgados desde el año 2003, la jubilación mínima ha aumentado casi 500 por ciento en este período. A su vez, y gracias a una ley impulsada por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la movilidad jubilatoria está garantizada hoy dos veces al año, eliminando toda discrecionalidad o arbitrariedad en su otorgamiento. Si a esto sumamos la incorporación de 2,5 millones de nuevos jubilados, entendemos por qué hemos logrado disminuir a niveles mínimos la pobreza y la indigencia en los adultos mayores. Por lo tanto, hay que celebrar que se debata sobre la situación de los jubilados, pero siendo claros sobre cómo es la situación hoy y cómo era la situación cuando aún gobernaban muchos que hoy formulan promesas fastuosas.

Finalmente, no hay que olvidar que este gobierno recuperó para el sistema previsional público los fondos de la AFJP. En otros países, la crisis financiera internacional produjo una enorme caída de dichos fondos de capitalización, empobreciendo significativamente a los futuros jubilados y quitando sentido a cualquier sistema jubilatorio: el de brindar previsibilidad para los años por venir. Con la decisión de la Presidenta y la aprobación del Congreso, los trabajadores argentinos están seguros de que sus aportes no se arriesgan en los volátiles mercados financieros. Además, esto ha permitido inyectar fondos a la economía real, a los sectores productivos, a la generación de empleo, a la Asignación Universal por Hijo, y todo sin las exorbitantes comisiones que cobraban las AFJP. Si hoy algunos proponen aumentos aún mayores, es porque este gobierno tomó la decisión de volver a un sistema previsional público, solidario y sustentable.

En definitiva, es auspicioso que debatamos cómo mejorar la situación de nuestros mayores. Pero debemos hacerlo con memoria, con responsabilidad y sin prometer lo que se sabe que no se puede cumplir.

* Secretario de la Gestión Pública.

11 comentarios:

Sujeto dijo...

Bueno, por suerte no es un problema que tengamos en Argentina, ¿no?
Saludos

Diego Quiles dijo...

es tanta la diferencia entre el gobierno y la oposición que la verdad mete miedo comparar.

parecen de países diferentes.

LR dijo...

¿Quién dice que no hay recursos?

¿Quien reabre el canje para iniciar, en términos de Bodou, un nuevo ciclo de endeudamiento en una época de retracción del crédito internacional que encima se otorga a tasas usurarias?

¿Quien nada hace para cambiar las leyes impositivas permitiendo que mediante los precios de transferencia se manden utilidades encubiertas a las casas matrices de las multinacionales?

¿Quien nada hace para gravar la renta financiera? ¿Quien se reúne con las multinacionales mineras en Canadá para asegurarles que no modificarán la entreguista ley minera menemista? ¿Quien le da un crédito a la General Motors de 300 millones de dolares, con guita de la Anses, con la excusa para que no despidan, luego de que la misma empresa despidiera más de 200 trabajadores? A una empresa cuya casa matriz quebró y tuvo que ser rescatada por Obama.

¿Quién dice que no hay recursos?

Si no los hay es porque no los van a buscar allí donde se encuentran.

Si no hay recursos es porque el 40% de los trabajadores están en negro, y de los que están en blanco una buena parte está tercerizada y fuera de su convenio, ganando salarios inferiores a los que le corresponden y, por ende, aportando menos al sistema previsional, o cobrando salarios en los que los conceptos no remunerativos son los más y no aportan al sistema como los docentes y los estatales. El gobierno no hace nada para cambiar esto porque cuando anuló la ley banelco dejó en pie toda la legislación flexibilizadora menemista.

El aumento de las jubilaciones redundaría en un aumento del consumo y de la recaudación vía impuestos indirectos (que recaen sobre el 40% del salario de los trabajadores).

El aumento de un 500% es un chiste porque en términos reales e históricos no hubo tal aumento. Hay que ser muy cínico para sostener que un trabajador jubilado puede vivir con $ 895. Mi vieja cobra $ 1.230 y si tuviera que pagar un alquiler no podría siquiera comprar comida. En esa situación hay millones de personas, que ven que los millones de pesos se van para otros lados que aparentemente son más importantes (como los millones de capitales que se fugaron en los últimos años).

Nicolás Avellaneda había dicho que el país honraría su deuda a costa del hambre de los argentinos si era necesario. Este gobierno parece que ha tenido muy en cuenta esa afirmación.

Saludos

LR dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
LR dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eduardo Real dijo...

LR: Sí, seguro, estamos en el peor de los mundos. Se viene el apocalipsis. En particular, para los 2,7 millones de jubilados con aportes incompletos que antes cobraban cero pesos, y a partir de setiembre cobrarán casi 1.100.

A los botes, que en el 2011 se viene la fórmula ultra-responsable Pino-Carrió-Morales!

PD: De los sojeros mejor no hablamos, no?

LR dijo...

Yo no dije que estamos en el peor de los mundos. Pero tampoco mentí en nada de lo que puse. Que la oposición sea peor nada me dice de las supuestas bondades de este gobierno. Hagamos una cosa, transferile el sueldo que cobrás a mi vieja y ella te transfiere su jubilación. Total, este gobierno no te va a dejar de garpe.

Eduardo Real dijo...

Presentate vos a elecciones, que hacés todo fantástico, y después yo critico desde la tribuna.

Dale

LR dijo...

No se vos pero yo milito en política y me presento a elecciones. Aunque no recibo aportes de las obras sociales vía Capaccioli, ni tengo el aparato del PJ bonaerense, ni hago alianzas con lo más reaccionario de ese PJ (como Curto, Ishi, Otacehé), ni me junto con sindicalistas vinculados a la Juventud Sindical Peronista, a la Concentración Nacional Universitaria y, por ende a la Triple A (como Moyano), sino que los combato. Y le pongo ganas, pero existen limitaciones (el hecho de tener que trabajar 10 horas por dia y después militar me saca tiempo para dedicarme de lleno a la política, no tengo la suerte de ser un militante rentado por el estado).

Está claro que estás en la tribuna ya que no podés esgrimir más argumento que una chicana. La misma foto de tu perfil demuestra ya que te gusta la comodidad. Así, con no criticar a los que están en el gobierno te excusás de tener que hacer algo ¿no?

Saludos

Eduardo Real dijo...

Y bueno, todo bien. Ya que militás, cuando ganen, hagan tooooodo ésto que vos decís que falta. ¿O no es así la cosa?

Éso sí, conseguí mayoría de votos sólo entre la gente pura como vos. Nada de andar juntándose con la lacra que nos juntamos nosotros, eh? Sólo gente casta y pura. Se reunen en la casilla telefónica, y a arreglar el mundo se ha dicho.

PD: Curiosidad ¿Cómo se llama la agrupación, partido o lo que sea en la que militás? ¡Ah, el PO!

Diego Quiles dijo...

hagas lo que hagas, se te aperece una vieja moreau de justo que le dice a evita que el voto femenino que valía era el de ella, no el de evita.
se te aparece un palacios que prefiere una revolución que bombardea una plaza antes que un gobierno que le "robe" las ideas.

o un zamora que vote en contra de los derechos humanos, o un radicalismo que vote en contra de la ley de medios querida por alfonsín, o una gorda carrió que vote en contra de la ayuda universal por hijo, o un solanas y lozano que estén con los sojeros argentinos y en contra de los sojeros bolivianos, o una vilma ripoll vacuna...

o un LR que tanto da pueda ser socialista, radical, carriotero, duhaldero...o del po..o de júpiter

de macri no es, pero se junta en los hechos.

da lo mismo.